Durante estos días de trabajo en casa, la Seño Angélica de Ciencias Naturales y Ciencias Sociales aconseja:
- No perder las rutinas que habían adquirido en estas últimas semanas
- Mantener los horarios escolares de lunes a viernes
- Definí una rutina diaria que incluya la realización de las actividades, ejercicios y lecturas que recibas de la escuela.
A trabajar en casa:
CIENCIAS NATURALES
El calor y los materiales
Actividad N° 1
Realizá la siguiente experiencia y luego
respondé las preguntas en la carpeta.
Actividad
N°2
Nos informamos más acerca de la forma de
transferir el calor
Luego de la lectura, confeccioná un cuadro de doble entrada con las formas de transferir el calor.
Actividad N° 3
Aprendemos a medir la temperatura
- Lee la
siguiente situación problemática:
Eran los
primeros días de diciembre. Laura entró
corriendo a la casa de su amiga Rocío gritando: ¡Abrieron la pileta del
club!¡Vamos! Las chicas pusieron malla, toalla y ojotas en un bolso y salieron.
Laura se metió al agua enseguida y nadó tres piletas, entonces se dio cuenta de
que Rocío no se había metido todavía. ¡Dale Ro, metete! ¡Está calentita! Rocío
se acercó al borde y metió la punta de su pie. ¡No!, gritó, ¡Está re fría!
Luego respondé:
a - ¿Cuál de las dos chicas tiene razón: la que está en
el agua o la que está afuera?¿Por qué les parece que las nenas tienen
diferentes opiniones acerca del estado del agua?
b - ¿A qué se
debe la diferencia de opiniones?
c - ¿Cómo
podemos saber si el agua está fría o caliente?
Para ello, apelá
a situaciones familiares, tales como la medición de la temperatura corporal o
el registro de la temperatura ambiental que aparece en los diarios o noticieros
televisivos.
Consultá
con tu familia para responder esta preguntas
¿Conocen
otros tipos de termómetros? ¿En qué situaciones se usan? Durante el intercambio
con la familia, registra algunas ideas en tu carpeta y algunas dudas sobre los
termómetros y sus diferentes usos que podrá ser retomado.
Recuerda que
cuando decimos que algo está caliente o que está frío, lo que queremos decir
realmente es que su temperatura es alta o baja. La sensación de calor o frío
que nuestro cuerpo tiene nos orienta acerca de la temperatura, pero el tacto no
es un buen instrumento de medida. Por ello, para medir la temperatura de un
cuerpo utilizamos un instrumento más preciso, el termómetro.
Actividad N° 4
Ampliación de la Información.
Para
leer en familia. Cada miembro familiar leerá una parte distinta,
posteriormente ayudarán al niño a tomar nota en una hoja borrador de lo
que les resulte importante. Luego se transcribe lo más importante a la
carpeta. Puede confeccionar un resumen
Lectura de un texto sobre la historia del termómetro.
Antiguamente, temperatura era sinónimo de temperamento. Desde el siglo XVI, un instrumento de medida puso ciencia en los conceptos caliente y frío, donde durante siglos apenas hubo poco más que elucubraciones.
Ande yo caliente y ríase la gente, recoge nuestro catálogo de dichos. Pocas expresiones reflejan mejor la importancia de la temperatura en nuestro bienestar. El grado de calor o frío del ambiente y del cuerpo humano fueron motivo de atención desde la antigüedad y motivaron más tarde la construcción de los termómetros. Hoy estamos habituados a manejar temperaturas y, por ejemplo, sabemos que el cordero hay que asarlo con el horno a unos 180 ºC, que al bañar al niño el agua debe estar a 36º C, que al ordenador le gusta estar entre 10 y 35º C, que tal o cual vino debe servirse a 14º C, o que para ahorrar energía no debemos poner la calefacción en invierno a más de 21º C ni en el verano el aire acondicionado a menos de 19º C.
A finales del siglo XVI Galileo construyó un instrumento sensible a la variación de temperatura. Se trataba de un tubo de vidrio terminado en un bulbo grande; tras calentarlo, sumergía el tubo por su extremo abierto en agua, de modo que, al enfriarse, el nivel de aquella subía un poco. Así, la columna de agua variaba de longitud cuando el aire del interior del bulbo se calentaba o enfriaba. Ese primitivo termoscopio -no llevaba escala alguna, por lo que no era un termómetro propiamente dicho- presentaba el problema de que la altura del líquido dependía también de la presión atmosférica. En 1611, el médico veneciano Santorre Santorio puso una escala a aquel instrumento, que marcaba la altura del líquido al colocar el bulbo en agua con hielo y después en la llama de una vela, y dividió el intervalo en partes iguales. Ese sería el primer termómetro, aunque la palabra no sería utilizada hasta 1624, cuando lo hizo el jesuita Jean Leurechon en su tratado Du thermomètre, ou instrument pourmesurer les degrez de chaleurou de froidure, quisont en l`air.
Los primeros termómetros basados en la dilatación de líquidos nacieron a mediados del siglo XVII. El gran Duque de Toscana, Fernando II de Medici, ideó por entonces uno consistente en un tubo con el extremo superior cerrado y el inferior terminado en un bulbo lleno de aguardiente coloreado. Ese líquido era más sensible que el agua a la dilatación, y tenía la ventaja de no congelarse tan fácilmente. Si el tubo era largo se enrollaba en forma de hélice lo que confirió su aspecto característico a los llamados termómetros florentinos.
Por entonces, los físicos ya eran conscientes de la constancia de temperatura durante los cambios de estado del agua, algo que de hecho acabaría convirtiéndose en la base para establecer escalas de temperatura comunes a todos los termómetros. Igualmente, se sabía que la temperatura del cuerpo humano se alteraba en las enfermedades. Ello animó a Newton a proponer en 1701 una escala donde el cero sería la congelación del agua y el 12 la temperatura del cuerpo de "un inglés sano".
En 1714, el físico Gabriel Fahrenheit reemplazó las mezclas alcohólicas del termómetro florentino por mercurio, lo que le permitía medir temperaturas superiores, y propuso reflejar con el cero la más baja que pudo conseguir en una mezcla de hielo, agua y sal. Así mismo, puso el grado 96 como referencia del calor del cuerpo humano, ya que era la temperatura que reflejaba cuando se colocaba en la boca o bajo el brazo. En esta escala, la temperatura de congelación del agua es 32 y la de ebullición 212. Por su parte, en 1742, Anders Celsius propuso el cero para la ebullición del agua y 100 para la congelación. El año siguiente Jean-Pierre Christin señaló la conveniencia de invertir esos puntos. La escala resultante, que se llamó centígrada tras la Revolución Francesa, es conocida como Celsius desde 1948 y es la más habitualmente usada por nosotros.
Por entonces, los físicos ya eran conscientes de la constancia de temperatura durante los cambios de estado del agua, algo que de hecho acabaría convirtiéndose en la base para establecer escalas de temperatura comunes a todos los termómetros. Igualmente, se sabía que la temperatura del cuerpo humano se alteraba en las enfermedades. Ello animó a Newton a proponer en 1701 una escala donde el cero sería la congelación del agua y el 12 la temperatura del cuerpo de "un inglés sano".
En 1714, el físico Gabriel Fahrenheit reemplazó las mezclas alcohólicas del termómetro florentino por mercurio, lo que le permitía medir temperaturas superiores, y propuso reflejar con el cero la más baja que pudo conseguir en una mezcla de hielo, agua y sal. Así mismo, puso el grado 96 como referencia del calor del cuerpo humano, ya que era la temperatura que reflejaba cuando se colocaba en la boca o bajo el brazo. En esta escala, la temperatura de congelación del agua es 32 y la de ebullición 212. Por su parte, en 1742, Anders Celsius propuso el cero para la ebullición del agua y 100 para la congelación. El año siguiente Jean-Pierre Christin señaló la conveniencia de invertir esos puntos. La escala resultante, que se llamó centígrada tras la Revolución Francesa, es conocida como Celsius desde 1948 y es la más habitualmente usada por nosotros.
Elena Sanz, http://www.muyinteresante.es/historico/articulo/el-termometro
Actividad Final de la Semana
Para evaluar lo aprendido y reponder en la carpeta
Seño soy Stefano como le mando las actividades ya hechas, tiene un código para su clase en edmodo?. Nos estamos comunicando.
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